Cada día que pasa me acuerdo de vos, quizá cada ves menos o con menos frecuencia pero el sentimiento sigue ahí, me acuerdo todo lo bueno y lo malo, nadie olvida lo que le hizo tanto bien, o tanto mal. Me acuerdo desde el primer momento que te vi, tu cara y la mía, esa mirada de ternura que tenias, desde ahí supe que se avecinaba algo grande, algo que era inexorable.
Tu sonrisa, ese lunar al costado de tu boca, esa forma que mirabas mis manos y el esmalte de mis uñas que resaltaban con mi piel, fría y pálida. Extraño esa atención a cada detalle en mi, cuando me decías que achinaba los ojos al reír o que mi risa era muy fuerte y te reías junto a mi. Observabas mis anillos tan egocéntricos, te dormías al lado mio en cada viaje y puedo jurar que me dabas paz, amaba sentir tu perfume, todo de vos me daba paz. Extraño tus abrazos repentinos, esos que me dabas cuando me hacías enojar, tus preguntas infantiles, también tus celos y tu timidez.
Extraño nuestras miradas cuando nos dábamos cuenta de que no podíamos dejar de mirarnos, que nos perdíamos en el otro. Cosas que nos dijimos y las que faltaron por decir, eramos como un amor cobarde, que nunca se atrevió a salir a la luz y mostrarse al mundo, preferimos hacernos daño así, sin títulos ni nada de esas cosas formales, nunca entendí el porque, solo me bastaba con sentirte cerca, nos perdimos infinidades de besos por el miedo de ser lo que hubiéramos sido.
Recuerdo su forma de cantar buscando hacerme reír, sus pestañas largas y el ancho de su espalda que me hacia sentir tan protegida. También me gustaba en sus momentos de seriedad, cuando hablábamos del futuro y nos hacíamos preguntas que no nos animábamos a responder.
Amaba su forma de bailar en plena borrachera, y si, amaba hasta su peor estado, con los ojos desviados y hablando incoherencias, mas de las usuales.El era así, un chico de vicios, un perfecto desastre, esos que vienen y no se van sin haberte destrozado antes, y volvía cada vez que fuese necesaria, solo para asegurarse de que me rompió lo suficiente e irse.
Siempre se iba, al igual que yo, pero volvíamos y se repetía la historia. La historia que no comenzaba pero tampoco terminaba, siempre quedaba en el medio, y ese medio toxico que nos llevo a tantas locuras y a tantos otros amores. Eramos así como esas parejas de las películas yankees, el chico malo y la chica buena, con la gran diferencia que nunca fuimos pareja, pero el drama estaba.
Hoy cada uno tomo su camino, no se si estaré en el de el o el en el mio, ni mucho menos si lo encontrare en algún momento o cuantas personas tendrán que pasar. Nos cansamos el uno del otro, quizá esa es la razón por la que hoy esta lejos y con mejor companía, tal vez la vida nos cruzo tarde y solo nos quedan esas canciones que solíamos escuchar.
Que tengas buena suerte amor, que te trate bien tu mejor sol..
No hay comentarios:
Publicar un comentario